martes, 24 de abril de 2012

Capitulo 5: Una historia del Pasado



Perdón por la tardanza, pero mejor tarde que nunca, aquí esta el 5to capitulo espero que les guste

Todo comenzó en el primer año de bachillerato, mis padres empezaron a presionarlo para que fuera el mejor de la clase, contrataban tutores especiales que le daban lecciones todos los días después de clases; le enseñaban todas la materias que recibía en clases mas otras extras como música, idiomas, contabilidad, administración y muchas otras. Él no era muy sociable y siempre accedía hacer lo que les decían los demás, no tenía ningún amigo, siempre se la pasaba solo en clases y en los recesos, y cuando llegaba a casa tenía que estudiar todas esas materias extras. La empresa familiar se pasa a el hijo mayor de cada generación, es una de las costumbres familiar, y para asegurar que la empresa llegará a la siguiente generación los padres preparan arduamente al hijo mayor desde que entra a estudiar bachillerato hasta que sale de la universidad, y en esta generación no era la excepción, eso hace que el hijo mayor no tenga nada que hacer solo estudiar por el bien de la compañía y por el bien de la familia. Todo el primer año fue así todos los días del año escolar y vacaciones era estudiar, practicar algún deporte y un instrumento musical; si alguna vez llegaba a bajar la nota de alguna materia ya sea del Liceo (Es como High School en Venezuela, se divide en cinco años, no se como es el sistema educativo en otros países, por eso uso el de mi país como referencia) o de los tutores era fuertemente reprendido por mis padres diciendo cosas como:
-Esto no es digno de la familia, tienes que esforzarte más-
-Esto es intolerable, recuerda que tienes que hacerte responsable del futuro de la familia-
Escuche a Daniela y Asumi hablando y me levante, aun era de noche, así que salí a la sala, Asumi estaba de espalda al cuarto y Daniela de frente, le hice una seña a Daniela para que no digiera que estaba allí, me acerqué lentamente por detrás de Asumi
-¿De que hablan?- le susurre al oído, ella dio un salto del susto-Jajajaja te asuste
-Te dije que no hicieras eso- me regañó
-Perdón es un mal hábito- le dije
-Pensaba que estabas dormido- me dijo Daniela
-No tengo mucho sueño-
-Mentira se te nota en la cara que tienes sueño-
-Es que no quiero dormir-
Fui a la cocina y me serví una taza de café y volví al sofá.
-¿De que hablan?- les volví a preguntar
-Asumi me iba contar una historia sobre ti-
-¿Cuál?-
-Lo que paso cuando entraste a bachillerato- dijo Asumi
-Eso es el pasado, no importa mucho-
-No importa aun así quiero oírla- dijo, a mi no me importaba mucho asi que me quede ahí bebiendo café- Continua-
-Ok-
 El solo bajaba la mirada y hacia silencio mientras lo reprendían, nunca alzo la voz o dijo nada en contra de nadie, solo estaba hay sin hacer ni decir nada. Aunque gracias a eso él sobre salía en todas las materias en el liceo.
-¿Eso es verdad?- me preguntó Daniela
-Si, era lo único que podía hacer- le respondí, mientras evitaba mirarla.
-No se cuando pero una chica empezó a ir a la casa a visitarlo no se para que-
-Me obligaron a explicarle algunas cosas- le aclare
Todo el primer año paso sin nada anormal, solo iba a clases hacia los exámenes y volvía a casa para recibir clases de los tutores, al final termine contándole. Pero en el segundo año una chica llamada Karen se transfirió a mi clase, era una chica de cabello largo muy enérgica y sociable, todo lo contrario a mi en ese entonces, como yo no hablaba con nadie en clase tampoco trate de hablar con ella, pero unas semanas mas tardes el profesor nos dijo que nos quedáramos después de clases porque tenia que hablar con nosotros.
-Señorita Karen ¿Esta adaptándose bien a las clases?- le preguntó el profesor
-Eso creo-
-Porque sus notas no son muy  altas y solo aprueba por unos pocos puntos-
-Es que me cuesta adaptarme a los temas que ya han dado y no puedo estudiar bien para los exámenes- se excusó
-Ya veo con que ese es el problema- dijo el profesor- Entonces asignaré a Akira para que sea su tutor ya que él es el mejor de la clase-
-¿Qué? Un momento- dije, no estaba prestando atención hasta que oí mi nombre- ¿Por qué yo?-
-Porque usted es el mejor de la clase y el más indicado para ayudarla a estudiar para el próximo examen- le respondió el profesor
-Pero no tengo tiempo- trate de excusarme también
-Eso no importa, ya hable con sus padres y dijeron que tendría tiempo los viernes en la tarde, así que señorita Karen usted tiene que ir a casa de Akira los viernes después de clases para que él le ayude- le ordenó el profesor
-Ok- respondió ella
No tuve más opción que aceptar ya que al profesor no le dio importancia a mi opinión. Tuve que hacer de tutor a una chica que recién se había llegado a la clase cuando yo nunca había hablado con alguien de la clase antes, irónico verdad. El profesor dijo que ella iría a mi casa los viernes a las dos de la tarde par que yo le explicara los temas con los que ella tenia dificultad.
Llegó el viernes, la clase pasó normalmente, llegue a casa más temprano para preparar un cuarto donde pudiéramos estudiar sin interrupciones.
-Vamos a jugar- en ese entonces Asumi tenia 8 años y siempre jugábamos los viernes en la tarde, ya que era el único día que tenia libre.
-Lo siento Asumi pero hoy no podré jugar contigo- le dije- será mas tarde-
Din Don sonó el timbre, era Karen que estaba en la puerta esperando.
-Ah llegaste, por aquí – le dijo mi hermano
-Perdón por las molestias- se disculpo
-No importa, solo entra-
-Yo los veía desde lejos, ellos entraron en la habitación donde mi hermano había puesto la mesa, sacaron unos libros y mi hermano empezó a explicarle cosas que yo no entendía- dijo Asumi
-Esto es fácil- le dije mientras señalaba un problema en el libro
-Es que no entiendo- decía Karen mientras se frotaba la cabeza- Soy un idiota-
-Si eres una idiota- le contesto sin dudarlo
-Eso duele- dijo Karen
-Fuiste tu la que lo dijiste, pero esto es fácil de hacer solo tienes que calcular la velocidad del objeto-
-Es que no se como hacerlo-
-Tienes que usar la formula de la velocidad-
Después de un largo tiempo Karen pudo entender más o menos lo que yo le explicaba. Ya era de noche cuando terminaron las lecciones, Karen se despidió y se fue de la casa.
-Ah estoy cansado- le dije a Asumi- Quien diría que me tomaría tanto trabajo explicarle algo tan fácil-
-¿No podemos jugar?-
-Perdón Asumi hoy, no tal vez mañana- le dije, estaba cansado de explicarle a Karen, tomó más tiempo del que pensaba
En ese momento llegaron nuestros padres, ellos trabajan hasta tarde en la compañía, la casa en ese momento entro en un silencio incomodo, Akira no le hablaba a mi mamá o a mi papá si estos no le preguntaban algo antes.
-Me voy a mi habitación-dije para salir de la habitación
Desde ese día Karen fue todos los viernes mi casa, aunque era un dolor de cabeza explicarle todo aun así no entendía nada de lo que le decía. Nosotros no hablábamos en clases pero el día del primer examen llegó y al terminar se acercó a mi puesto y me dijo:
-No soy tan idiota ahora verdad- me dijo mientras me mostraba el examen
-Eso es imposible- le dije mientras miraba el examen, ella había sacado una puntuación perfecta- Pero si siempre que te pedía que lo hicieras no podías-
-Jejeje siempre que me esfuerzo puedo hacer lo que quiera- dijo en un tono arrogante
En ese momento se acercó otra chica amiga de Karen
-¿Karen cuanto sacaste en el examen?- se le notaba en la cara que no había salido muy bien
-Mira bien- le dijo mientras que le mostraba el examen
-¡¡¡Imposible!!!- dijo la chica sorprendida- Pensé que eras una tonta tratándose de física-
-Eso le dije yo- le respondí sin pensar
-Hablaste- dijo la chica sorprendida
-Claro que habla quien crees que me explicó para poder pasar el examen- le dijo Karen
-Pero como nunca lo había oído hablar pensaba que él era mudo-
-¿Mudo?- pregunto Karen mientras se reía a carcajadas
-¿No lo es?- preguntó confundida- Es que es primera vez que lo oigo hablar
-No, no lo soy- le aclaré
-Él me ayudó en física y en otras materias- le dijo Karen
-¿Entonces por que no hablas en clases?- me preguntó
-Eso es porque… No se-
-¿Quién es el idiota ahora?- dijo Karen de forma burlona
Solo ignoré ese comentario, porque en realidad no tenia razón para no hablar en clases era solo que no sabia como acercarme a los demás y no lo había intentado antes.
-¿Karen me puedes explicar para el examen de recuperación?- le preguntó la chica
-¿Explicarte? No se si pueda- le respondió- Soy muy mala en esas cosas-
-Pero necesito ayuda, o si no reprobaré la materia- le suplicó la chica
-Veré que puedo hacer- dijo Karen mientras trataba de evitar su mirada
A partir de ese día Karen y su amiga se sentaban a comer conmigo en los recesos, no hablábamos de nada importante solo de tonterías como las notas de los exámenes y de como Karen pudo pasar el anterior, todos pensaban que había hecho trampa. Al siguiente viernes estaba esperando a Karen en casa para seguir con las lecciones pero ese día también llegó su amiga.
-¡Hola!- dijo Karen, casi gritando, cuando abrí  la puerta-¿Podemos pasar?
-Buenas tardes- dijo tímidamente la otra chica
-¿Eh? ¿Por qué está ella aquí?- le pregunté a Karen
-Se me ocurrió, ya que yo no le puedo explicarle la traje para que tú le explicaras- respondió como si fuera una gran idea
-Pero ¿esta bien eso? Ni siquiera se su nombre-le dije, las me miraron sorprendidas
-¡¡¡ ¿QUE?!!! Pasaste toda una semana con nosotras y no sabes su nombre- me reprocho Karen
-Nunca lo pregunté y ustedes nunca me lo dijeron-
-Ella es Mía, no lo olvides- me dijo
Nos colocamos en la misma habitación de siempre y empezamos, noté que Karen ayudaba mucho a Mía en las cosas que no entendía; me sorprendió lo rápido que Karen aprende, solo unas semanas atrás ella no entendía casi nada y ahora lo explica con mucha facilidad. Los próximos exámenes fueron relativamente fáciles, aunque a ellas dos le costaba al principio al pasar el tiempo todo le salía bien.
Desde ese momento los tres no reuníamos para cualquier cosa, aunque ya habían acabado mi trabajo como tutor de Karen ellas dos seguían viniendo a mi casa los viernes para “estudiar” pero lo que hacíamos en realidad era bromear y pensar a donde saldríamos. Llegó el fin de año escolar y nos separamos por las vacaciones, pero decidimos encontrarnos a la mitad para salir juntos a algún sitio.
-Esos fueron grandes momentos en los que no importaba nada mas que pasarla bien con ellas dos- le dije a Daniela
-El cambió mucho cuando esas dos chicas empezaron a visitarlo, se veía muy feliz- dijo inesperadamente Asumi – Era raro verlo reír pero el reía y se divertía cuando ellas llegaban, se le notaba en la cara-
Así fue por los años siguientes, ya no era tan malo ir a clases, hablábamos y bromeábamos entre nosotros y un gran sentimiento empezó a crecer dentro de mí hacia Karen, de pronto quería estar con ella todo el tiempo y me sentía solo cuando nos despedíamos, me sentía confundido, eso pasó al final del cuarto año en el liceo. Durante esas vacaciones siempre pensaba en ella y me preguntaba que podía hacer para que ella supiera lo que yo sentía. Como en las otras vacaciones nos reunimos a la mitad y fuimos a un parque de diversiones, me sentía feliz de poder verla otra vez, ese día nos montamos en todos los juegos mecánicos del parque durante todo el día trate de decirle a Karen que me gustaba. Pero al final del día estaba cansado y no tuve la oportunidad de decírselo, así que me decidí a hacerlo a principios del siguiente año escolar.
El nuevo año escolar empezó y yo tenia la esperanza de poder decírselo esta vez, pero pasó todo el primer lapso y no tuve el valor, siempre que lo intentaba simplemente no me salía la voz y no sabia con que palabras decirlo. Al empezar el segundo lapso mi padre me llamó a su oficina para hablar algo importante, abrí la puerta lentamente  y entre ahí vi a mis padres parados
-Se acerca tu cumpleaños número 17- dijo fríamente
 Yo pensaba que me iba a decir algo como tienes que esforzarte más, o algo por el estilo, pero fue algo que no me esperaba.
-Según la tradición familiar hemos arreglado un matrimonio para ti- dijo con el mismo tono de voz de antes como si lo que hubiera dicho era totalmente normal.
-¿Qué?- fue lo único que pude decir, estaba impresionado con lo que estaba pasando
-Sera cuando cumplas los 18 años, ya todo esta arreglado- dijo mi madre
-Esperen un segundo- les respondí -¿Por qué me tengo que casar con alguien que ustedes escojan?-
-Como que porque, es la tradición- dijo mi padre- Además es una chica inteligente y es hija del dueño de una gran compañía de automóviles-
-No te preocupes ya todo esta arreglado- dijo mi madre
-Ya te puedes retirar- dijo mi padre sin siquiera mirarme a la cara
No podía creer lo que estaban diciendo, no podía decir nada en contra, quedé en blanco, tenía que ser justo en el momento en que había encontrado a la chica que me gusta. Al día siguiente llamé a Karen a la parte trasera del liceo, casi nadie pasaba por ahí así que no nos interrumpirían.
-¿Para vinimos aquí?- me pregunto extrañada
-Eso, es para…- me paralicé por completo, pero debía decírselo, no quería aceptar el matrimonio arreglado de mis padres. Tomé aire lentamente para poder calmarme y reuní el valor – Desde hace tiempo he sentido algo dentro de mi que no se como expresar-
-¿De que estas hablando? No pareces el mismo de siempre-
-No se porque pero cada vez que te veo siento una gran felicidad dentro de mi pero cada vez que nos despedimos siento que una soledad se apodera de mi corazón- no podía verla a los ojos me daba pena lo que yo mismo estaba diciendo
-No entiendo que estas diciendo- me dijo con una expresión asustada en el rostro
-La verdad es que desde hace tiempo me has gustado- le dije evitando mirarla a los ojos- Por favor se mi novia-
-Lo siento pero no puedo hacer eso- me dijo forzando una sonrisa y con una mirada triste
-¿Eh? ¿Por qué?-le pregunte sorprendido, estaba preparado para este momento si ella me rechazaba pero dolía mas de lo esperaba.
-Lo siento- dijo mientras salía corriendo
Lo único que hice fue sentarme contra la pared y esperar a que oscureciera, no quería ver a nadie y que nadie me viera, apagué mi celular y deambule por la ciudad tratando de olvidar lo que había pasado. Llegué a casa alrededor de las 12:30 pm y en la sala estaban mis padres esperándome.
-¿Donde estabas? Faltaste a las clases de los tutores- preguntó mi madre histérica, yo solo la ignoré y seguí mi camino a la habitación
-No te atrevas a ignorar a tu madre- me dijo Senji tan frio como siempre- ¿Donde estabas a estas horas?-
-No es tu asunto- fue la primera vez que le respondí
-¡¿QUÉ ESTAS DICIENDO?!- dijo furioso, se acercó a mí y me agarro por el cuello de la camisa- REPITE LO QUE ACABAS DE DECIR-
-No es tu asunto- le respondí
Cuando estaba apunto de golpearme mi madre lo detuvo, fue la primera vez que lo vi perder el control.
-Me voy a dormir- les dije y me fui a mi habitación
Esa noche no pude dormi , llegó la mañana siguiente y seguía sin poder dormir, me levante de la cama, me bañé, me vestí y me fui al liceo, no tenia muchas ganas de ir pero era mejor que soportar a mis padres. Llegué y me senté en mi asiento habitual e irónicamente me quede dormido. Al poco tiempo sentí que alguien me tocaba el hombro y me desperté, era Mía que trataba de despertarme, abrí los ojos lentamente y mire alrededor
-Buenos días- le dije
-Buenos días, porque estas durmiendo en clases- me preguntó
-No pude dormir muy bien anoche- le die mientras me frotaba los ojos, me di cuenta de que Karen no estaba en clases- ¿Donde esta Karen?
-Ella me dijo que te diera esta cuando te viera- me dio un sobre que decía “Para Akira”-También me dio una a mi, lo entenderás después de que la leas-
Salí del salón de clases y me senté en un mesón vacío en el patio a leer la carta que decía:

“Hola Akira te escribo esta carta para decirte porque me fui sin decirte nada. Me hizo muy feliz que sintieras eso por mi, yo también siento lo mismo por ti. Pero mi padre trabaja para la compañía de tu familia y el otro día tu padre fue a nuestra casa y hablo con mis padres, yo escuche a escondidas, le dijeron a mi padre que yo debía alejarme de ti por alguna razón o lo despedirían del trabajo. El trabajo de mi padre es el único sustento para mi familia y no puedo dejar sufrir a mi familia por una razón tan egoísta como esa. Me mudaré a otra ciudad donde mi padre trabajará en una sucursal de la compañía, no creo que nos volvamos a ver, así que escribo esta carta como despedida; el tiempo que pasamos juntos fue muy divertido, gracias por todo eso y adiós.
                                                                                                                                                                                                Karen”
Me dio mucha rabia el saber que mis padres habían hecho algo así. Falte a clases y fui a casa, Asumi estaba en la escuela así que podía hablar de cualquier cosa sin temor a que ella me escuchara, entre en la casa y fui directamente a la oficina de mi padre y ahí estaban ellos.
-¡¿POR QUE HICIERON ESO?!- les grité a los dos
-¿De que hablas?- me preguntó Senji
-¡¿POR QUE  AMENAZASTE A LA FAMILIA DE KAREN?!-
-Eso fue porque te estabas encariñando mucho con esa chica y no puedo dejar que eso pase, ya que tu prometida a ha sido elegida, la conocerás después de que te gradúes- me respondió, yo pensaba que era mi castigo por responderles la noche anterior pero lo que él dijo fue demasiado y no puede tolerarlo, me acerqué a Senji con la intención de darle un golpe en la cara, pero mi madre me detuvo.
-Eso es lo mejor- dijo mi madre tratando de calmarme
-¿Lo mejor? ¡¿DICES QUE ES LO MEJOR?!-la empuje para quitármela de encima-¡¡ YO NO SOY UNA MARIONETA A LA CUAL HACE TODO LO QUE USTEDES QUIEREN!!-
-Nosotros te decimos que hacer y tu lo haces- dijo Senji fríamente- Nos debes todo lo que tienes tu ropa, tu educación, la comida, todo lo que tienes nosotros te lo dimos, así que tienes que hacer todo lo que nosotros decimos-
No pude responder a eso y salí furioso de la habitación y camine lo mas lejos que pude, no quería estar cerca de esa casa, encontré un parque y me senté ahí hasta que anocheció. Empecé a idear un plan para escaparme de casa, pero había un problema, no tenia dinero. Al día siguiente fui a clases normalmente, pero al salir fui a buscar trabajo, encontré algunos trabajos y logre reunir una gran cantidad de dinero, pero se acercaba la graduación y me faltaba un lugar a donde ir, así que decidí contarle mi problema a Mia y ella me ayudó a encontrar el apartamento, era barato y con un mes mas de trabajo podría pagarlo.
-Ella es Mia- le mostré a Daniela una foto de la graduación donde aparecíamos toda la clase.
-Ella es igual a la encargada del edificio- dijo sorprendida
-Es la hermana menor de la encargada, algunas veces viene de visita-
La noche antes de la graduación empaque todo lo que necesitaría para poder vivir solo, fui a la habitación de Asumi.
-Asumi, tengo que darte algo- le dije mientras le entregaba un pedazo de papel
-¿Qué es?- me pregunto confundida
-Esa es la dirección y un nuevo numero de teléfono, si necesitas algo ve a esa dirección o llama a ese numero y hare lo posible para ayudarte, guárdalo que ni papá ni mamá se enteren de que lo tienes- le explique
-¿Ya no vas a vivir aquí?- me preguntó
-Después de que me gradué me iré a vivir sol, no le diré a nadie a donde voy solo a ti, así que tienes que mantener eso como un secreto- aunque me quisiera ir, no podía dejar a Asumi sola, así que le deje eso para que me contactara.
Al día siguiente asistí al acto de graduación, todo paso con normalidad, me despedí de todos los compañeros de clases y profesores ya que tal ves no nos volveríamos a ver nunca, Mia se acercó a mi y me dijo “ya todo esta listo” esa era la señal de que me podía mudar esa misma noche.
-Gracias- le dije-
-De que hablas seguro tu harías lo mismo por mi se necesitara algo-dijo con una alegre sonrisa
-han pasado como unos cuatro meses de eso- le dije cuando termine de contar la historia
-Así que tú huiste de casa porque no te quería casar- me dijo Daniela
-Si-
-Pero al final terminaste casándote, no entiendo porque-
-No es que nunca quisiera casarme es que no quería tener que casarme por obligación, esto lo hice porque quería- le respondí
-Entiendo, ya es muy tarde- dijo Daniela mientras estiraba los brazos – Asumi y Yo dormiremos aquí, ve a dormir con Marian-
-Buenas noches- les dije antes de apagar las luces.
Entre al cuarto, no encendí la luz para no despertar a Marian, me acosté a un lado de ella la arrope con una sábana y me quede dormido.

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