miércoles, 7 de marzo de 2012

Capitulo 3: La Decisión

El tercer capitulo, perdón de antemano porque no se cuando pueda subir el siguiente por favor tengan paciencia , gracias por leerlo, espero que les guste dejen sus comentarios.

La mañana siguiente me despertó Marian pidiendo comida, me levante con toda la pereza del mundo, luego llegó el doctor, todo era como el día anterior pero esta vez Daniela no estaba dormida.

-Parece que ya todos están despierto- dijo mientras miraba alrededor- Esta tarde los daremos de alta ya que ninguno tiene nada grave saldrán rápido-

-Akira ¿Que eso de alta?-pregunto Marian.

-Eso significa que nos podemos ir a casa-le explique de forma rápida.

Debería estar feliz de salir del hospital con nada grave después de sobrevivir a un accidente, pero sabía lo que pasaría cuando nos dieran de alta. El día paso normalmente esperando la tarde para irnos, Marian y yo jugamos cartas, paseamos por el hospital, almorzamos, y otras. Ya pasaba las 2:30 de la tarde y Marian y yo estábamos en el parque cuando el doctor se nos acercó a decir que regresáramos y recogiéramos nuestras cosas.

-¿Dónde esta Daniela?- le pregunte al doctor.

-Ella dijo que tenia que investigar algo y salió del hospital, pero ella volverá tiene que volver a recoger sus cosas-

Era muy extraño que ella saliera del hospital para solo investigar algo, tal vez sea algo importante, fue lo que pensé sin darle importancia, el doctor dijo que esperáramos hasta que llegara la hora para poder irnos. Pensaba en todo lo que tenía que hacer cuando volviera a clases todo lo que estaría atrasado por faltar esos días, como vivía solo tendría que comprar la comida y pagar las cuentas de luz y agua, entre otras cosas. Le dije a Marian que iba al baño y que me esperara en la habitación, dure unos minutos en el baño; cuando salí fui un rato al parque, me senté y a esperar la hora para poder irnos. Pero de pronto escuche a personas haciendo ruido dentro del hospital, mire hacia la puerta que daba al parque y unos segundos después Marian salió corriendo, me sorprendí al verla, tenía los ojos llenos de lágrimas, me parecía raro, ¿Qué estaría pasando para que ella corriera de esa forma tan desesperada?

-¡¡¡AKIRA!!! ¡¡¡AKIRA!!!-gritaba desesperadamente, me llamaba con todas sus fuerzas.

Estaba perdido por la situación que se estaba desarrollando frente a mí, después de Marian salieron unas enfermeras y otras personas que no había visto persiguiéndola, reaccione al instante.

-¡¡¡MARIAN POR AQUÍ!!!- le grite y corrí hacia donde estaba ella- ¿Qué pasa, porque corres?-

-No me quiero ir, me quiero quedar contigo y con Daniela- decía llorando- No me quiero ir-

-Gracias a dios que la detuvo- dijo una enfermera.

Mire a Marian que se escondía detrás mio, mire a la enfermera que me hablo y a las otras personas detrás de ella.

-¿Qué pasa, porque la persiguen?- le pregunte.

-Estas personas son del orfanato donde la pequeña Marian va a vivir de ahora en adelante-

Dijo la enfermera como si no fuera nada malo, pero dentro de mi crecía una ira que apenas podía contener, me sentía indignado de como perseguían a Marian como si fuera un animal que se había escapado de su jaula.

-Yo soy el Director del “Orfanato Javier” mi nombre es Javier Gomez- habló un hombre como de 50 años, gordo y calvo- Gracias por detener a la pequeña niña, de ahora en adelante nos haremos cargo-

-De nada- le respondí cortésmente al señor- pero quien dijo que iba dejar que se la llevaran-

Todo el mundo parecía sorprendido mas el doctor Carlos que estaba entre las personas que perseguían a Marian.

-¿De que esta hablando? Usted no es su tutor legal, así que no tiene derecho a decidir cosas sobre ella- Dijo el gordo con la cara roja de la furia- ¡Así que entregue a la niña!

Él no me asustaba pero tampoco sabía que hacer ya que él tenía razón, así que hice lo más prudente que se me ocurrió en ese momento agarre a Marian cargada y salí corriendo.

-¡¿Qué coño?! Regrese aquí-fuel lo poco que alcance a escuchar- ¡Atrápenlo!

Salí corriendo y cuando los logre perder de vista nos escondimos en un armario lleno de toallas y sabanas.

-Otra vez, otra vez- decía Marian como si lo que acababa de pasar era un juego, pero al menos ya no estaba llorando.

-No podemos dejar que nos atrapen- le dije en voz baja para que no nos oyeran afuera.

-Busquen por aquel lado- escuche a un hombre gritando por afuera.

Me senté en el piso mientras que Marian jugaba con las toallas y me decía a mi mismo tengo que pensar que hacer, no puedo retractarme de lo que hice pero tampoco puedo dejar que se lleven a Marian, no sabia que hacer y cuando se me acababan las ideas sonó mi celular, lo saque rápido del bolsillo y vi que era un numero desconocido el que me llamaba.

-Alo- conteste-

-¿Dónde estas? ¿Dónde esta Marian?- era Daniela, me alegre tanto de que fuera ella, era la ayuda que esperaba.

-Lo que pasa es que pasaron algunas cosas ¿Dónde estas tu?-

-No cambies el tema ¿Dónde estas, Marian esta contigo?-

-Si ella esta aquí-

-Bueno dime que paso-

Le conté todo lo que había pasado a Daniela y ella escucho sin interrumpirme.

-Eso fue todo lo que paso ¿Me puedes ayudar?-

-¡¡ERES UN IDIOTA!!-gritó tan fuerte que me dolió el oído- Tenia que esperar a que yo regresara, pero no importa fue mi culpa por pensar que nada pasaría si me iba y te dejaba solo con ella-

-Perdón- me disculpe por algo que ni siquiera sabia que había hecho mal.

-Bueno ahora no importa, ve a la azotea sin que te atrapen te estaré esperando y no se te olvide traer a Marian IDIOTA- dijo haciendo énfasis en idiota.

Tome a Marian por la mano y abrí con cuidado la puerta para ver que no hubiera nadie, salimos caminado para que nadie sospechara de nosotros pero casi de inmediato una enfermera gritó –Allá están – y no tuve mas remedio que correr con Marian en los brazos. Llevaba corriendo unos minutos y no podía encontrar una escalera o un ascensor a la azotea.

-Más rápido, más rápido- decía Marian como si estuviéramos juagando.

Seguía corriendo y ya me estaba cansado hasta que encontré una escalera ahora solo tenia que subir corriendo los 3 pisos del hospital hasta la azotea pensé “mejor busco un ascensor” pero en ese momento hoy voces de personas diciendo “lo vi corriendo por aquí” y no tuve mas opción que subir las escaleras lo mas rápido que puede.

-Subieron las escaleras- escuche decir a un hombre.

Llegue al segundo piso ya no podía mas estaba totalmente agotado de todo el tiempo que llevaba corriendo, me detuve a descansar un poco pero llegaron unos hombres gritaron “allá están” estaban al final del pasillo y no tuve mas opción que seguir subiendo por las escaleras hasta la azotea.

-¿Por qué tenia que ser en la azotea?- me preguntaba a mi mismo.

-¿Estas cansado?- me pregunto Marian.

-Estoy bien agárrate fuerte para que no te caigas-

Cuando llegue al tercer piso tenia que buscar las escaleras de para poder llegar a la azotea corrí a la derecha pero no había nada, agarre una toalla y me seque el sudor que me corría por la cara vi a una enfermera como de 25 años rubia de pelo largo y con cara de que no tenia ni idea de lo que estaba haciendo, me dirigí hacia ella, baje a Marian y le dije que me tomara la mano y que no digiera nada.

-Buenas tardes- salude a la enfermera.

-Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarlo?- parecía que ella no sabia nada de lo que estaba ocurriendo y aproveche eso para preguntarle.

-Me puede decir por donde puedo ir a la azotea-

-Valla en dirección contraria hasta el final del pasillo y gire a la derecha es la primera puerta- di gracias a que ella no supiera nada.

Tome a Marian y fui caminando para que no sospechara nada pase la escalera parecía que no venia nadie y me relaje un poco, gire a la derecha y hay estaba la puerta para ir a la azotea y alado de dicha puerta estaba el ascensor, me dio un ira ver el ascensor que tanto busque y que ya no necesitaba, pase frente el ascensor y cuando abrí la puerta para ir a la azotea la puerta del ascensor se abrió con su característico “Tin” sentí algo frio que pasaba por mi espalda y al darme la vuelta estaba el mismo gordo director del orfanato con otras personas.

-¡¡HAY ESTAN ATRAPENLO!!- no tuve mas que correr para subir el pequeño tramo de escaleras que faltaba para llegar a la azotea.

Abrí la ultima puerta y salí a la azotea, casi me caigo al salir, el cielo estaba de un color rojo escarlata nunca lo había avisto así, era impresionante, el viento soplaba fuertemente y al otro extremo de la azotea vi a una chica, su pelo se movía con el viento que contrastaba con el sol que se ponía detrás de ella, es hermosa pensaba. Ella me miro y me dijo:

-¡¡IDIOTA VEN RAPIDO!!-era Daniela y todo lo que pensaba de ella se olvido en un instante.

Cuando me di cuenta los que me perseguían estaban casi encima de mí, corrí lo más rápido que pude y pude llegar a donde estaba Daniela, estaba totalmente cansado no podía moverme mas me senté en el piso tenia la esperanza de que ella sabría que hacer para algo me dijo que viniera para acá sabiendo la situación en la que estaba.

-¿Esta bien? - me pregunto Marian.

-Estoy bien no te preocupes- le decía mientras trataba de recuperar el aliento.

-¡¿Por qué los están persiguiendo?!- les grito Daniela a los hombres.

Ellos pararon en seco y de entre la multitud salió el gordo director del orfanato y dijo:

-Yo soy Javier…-

-No pregunte quien eres pregunte ¿por qué los están persiguiendo?- no me sorprendía de que ella le hablara así a una persona, parecía algo predecible en ella.

-Que niña mas insolente- dijo indignado el director- Lo estamos persiguiendo porque el secuestro a esa pequeña niña-

En ese momento llegó el doctor Carlos y la enfermera a la que le pregunte como llegar a la azotea.

-Vamos Akira sabias que este día, llegaría tienes que dejar que la pequeña Marian valla al orfanato antes de que te acusen de secuestro-dijo el doctor como si estuviera bien lo que ellos estaban haciendo.

-Denme un minuto para hablar con ellos- dijo Daniela y se acercó y se agacho para ponerse a la altura de Marian y con una voz suave dijo- Marian tu sabes que no podrás volver a ver a tu mama de nuevo ¿verdad?-

-Si- dijo le respondió bajando la cabeza.

-¿Tu quieres vivir conmigo?- me sorprendí mucho no esperaba eso y yo no era el único que se sentía así.

-¡¡Si!!-dijo mientras saltaba a los brazos de Daniela, eso era lo que ella planeaba, pero prefiero que ella cuide de Marian a ellos.

-¡¡¡Espere un momento!!!- dijo el gordo director- Usted no puede llevársela así como así tiene que adoptarla y tiene que cumplir con algunos requisitos para poder adoptarla-

Ignoro completamente lo que dijo y se acercó a mí.

-¿Qué tanto estarías dispuesto a hacer para ayudar a Marian?- me pregunto de repente, no lo pensé mucho porque antes de ese accidente no tenia nada por lo que dar la vida ni arriesgarme como lo he hecho por Marian.

-Estaría dispuesto a hacer todo lo que pudiera para poder ayudarla- dije sin chistar y de un solo golpe.

-Buena respuesta- dijo con una gran sonrisa- Bueno cuales son los requisitos que necesito para poder adoptarla-

-Necesita estar casada- dijo el gordo de forma burlona.

-Esta bien- Daniela saco un papel de una cartera que tenia, me la acerco- Firma aquí-

Leí el papel y me di cuenta de que era un apta de matrimonio, vi su firma en la línea de la esposa y la mente se me puso en blanco, ¿Me esta pidiendo que me case con ella?, no pensaba que ella podría llegar tan lejos. Reaccione lo más rápido que pude, levante el lapicero y firme.

-¿Con esto basta verdad?- dijo mientras le mostraba el apta de matrimonio.

-¿Ustedes se acaban de casar?-

-Si y somos muy felices verdad cariño- dijo sarcásticamente.

-Si- era lo único que podía responder en ese momento.

-Pe-pero aun le falta otros requisitos por cumplir como tener un trabajo estable- dijo con esperanza de que no tuviéramos trabajo.

-Yo trabajo como profesora asistente en una escuela primaria- dijo Daniela

-Y yo trabajo medio tiempo en un taller para autos- dije.

-PERO TODAVIA FALTA TIENEN QUE TENER UNA RESIDENCIA-dijo desesperadamente.

-Eso lo puedo conseguir en una semana no se preocupe-

-¡JA! Pero mientras no tenga la pequeña niña se ira con nosotros-

-Yo tengo un pequeño apartamento que compre el año pasado- dije para callar a ese maldito gordo.

-¿De verdad tienes un apartamento?- me pregunto Daniela.

-Si es que pensaba empezar a vivir por mi cuenta este año-

-Gracias nos salvaste- dijo Daniela.

-No puedo dejar que esto siga así- dijo el doctor Carlos- aunque es muy noble lo que están haciendo pero ustedes todavía no están casados, su apta no esta sellada por un notario-

-Lamento llegar tarde- dijo un hombre con traje que acababa de subir por las escaleras- no podía encontrar el ascensor-

-Llegas muy tarde- dio Daniela- Pero gracias por llegar al menos, les presento a Ángel, es un viejo amigo-

-Mucho gusto- dijo respetuosamente a todos-¿En que querías mi ayuda?

-Necesito que selles esto- dijo Daniela mientras le mostraba el apta de nacimiento y el otro papel.

-Oh te casas que bien por ti- parecía no darle mucha importancia, saco un sello del portafolios que llevaba con el y sello los papeles.

-Gracias, si ustedes tienen algún problema pueden hablar con Ángel que también es abogado-

El director no dijo nada más y se retiro en silencio con los hombres, el doctor nos miro como si estuviéramos haciendo algo malo y se retiro sin decir nada con las enfermeras.

-¿Podre vivir contigo?- le pregunto Marian a Daniela.

-Si y Akira también vivirá con nosotras también- le dijo mientras le acariciaba la cabeza.

-Bueno si no tengo mas nada que hacer me voy tengo que llegar a cenar- dijo Ángel mientras se marchaba.

-Ok nos vemos otro, día saluda a la familia- le dijo Daniela

-Akira, Akira tengo hambre- dijo Marian.

-Ok vamos a comer- le dije a Marian y Daniela.

Después de eso bajamos y recogimos nuestras cosas y salimos del hospital y fuimos a un restaurante a comer y de hay fuimos al pequeño apartamento que ahora serviría como un hogar para 3 personas.

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